Cuenca es
una ciudad de un talante artístico forjado durante siglos. En ella, naturaleza
y cultura se funden para disfrute de los muchos visitantes que se acercan a
disfrutar de su casco antiguo y de los múltiples estímulos que ofrece, ya que
está declarada como Patrimonio de la Humanidad desde 1996 por la UNESCO.
Musicalmente hablando, la Semana de Música Religiosa, uno de los ciclos más
antiguos de cuantos se celebra a nivel nacional e internacional (en 2014
cumplirá su 54º edición), posee un gran prestigio en todo el mundo. El Teatro
Auditorio de Cuenca, la principal sala que alberga conciertos y actividades
musicales en la ciudad, destaca por su adecuación y magnífica acústica. También
se pueden destacar otros ciclos como Estival Cuenca, un festival dedicado al
jazz y a las músicas del mundo, entendidas de manera muy abierta, que se celebra
a comienzos del mes de julio.
La Facultad de Educación de Cuenca (UCLM)
caracteriza por la importancia que presta a la pedagogía de la creación y a
otras tendencias contemporáneas. Del mismo modo, el Conservatorio Profesional
de Música ‘Pedro Aranaz’ y la Escuela de Música ‘Ismael Barambio’ cuentan con
un nutrido núcleo de estudiantes de todas las edades. Además, la ciudad cuenta
con un numeroso conjunto de agrupaciones profesionales, semiprofesionales y
aficionadas de muy diferente tipo y estilo: orquestas, coros, escolanías,
bandas de rock, pop, hip hop, música tradicional… En conjunto, ofrecen un
panorama completo, diverso e interesante a fomentar.
Además, Cuenca cuenta con una oferta museística,
gastronómica y paisajística de primer orden y con una escuela de artes y una
facultad de Bellas Artes catalogada como una de las mejores a nivel nacional.
Por ello, es una ciudad muy sensibilizada a diferentes propuestas artísticas.
Las comunicaciones con las que se une a diferentes ciudades como Madrid o
Valencia son también muy destacadas. En definitiva, es una ciudad más que
adecuada para albergar un congreso de una sociedad tan abierta a distintas
disciplinas como es la SIBE.
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